Los estudios científicos han mostrado unánimemente que las personas que realizan menos actividad física tienen más probabilidades de desarrollar problemas de salud tales como enfermedades cardíacas y diabetes de tipo 2, así como de morir más jóvenes. Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que los niveles de actividad física están descendiendo.
El problema es que, cuando hay muchas actividades que requieren nuestro tiempo, a mucha gente le cuesta dar prioridad al ejercicio. Una solución es matar dos pájaros de un tiro yendo a trabajar en bicicleta o andando. Acabamos de concluir el estudio más amplio realizado hasta el momento sobre la influencia que esto tiene en la salud.
El trabajo se ha publicado en el British Medical Journal, y los resultados, en particular en lo que concierne al desplazamiento en bicicleta, tienen importantes implicaciones e indican que animar al mayor número posible de trabajadores a que cojan la bicicleta tiene que convertirse en una prioridad máxima para los ayuntamientos y los gobiernos.